martes, 1 de septiembre de 2015

Gerardo Albarrán

Se sienta frente a los estudiantes de la maestría en periodismo en la Anahuac del Sur y dice como sin medir las consecuencias de sus palabras; cuando alguien me dice que quiere ser periodista, le aconsejo que mejor estudie algo que le sea útil.

Gerardo Albarrán, defensor de audiencias, periodista, sugiere lo mismo que uno de los profesionales cuyos consejos comparte en twitter: especialización. A pesar de que admite que él en una época cubrió de todo; deportes, política, cultura y ¡hasta sociales!  



Insiste, las nuevas herramientas hacen creer a a todos que por tener la posibilidad de compartir un hecho de forma global los convierte en periodistas y eso sólo lo logra la preparación constante, el trabajo. Recalca la importancia de empezar bien una historia y darle un cierre para mantener al lector hasta al final, esto en un mundo cuya tecnología compite con el instinto para apostarle a través de mediciones matemáticas a las que serán las publicaciones favoritas de los lectores.



Verificar los datos una, dos y hasta tres veces, no utilizar palabras cuyo significado no se conozca, tener certeza absoluta sobre lo que se publica; el rigor periodístico al que se refiere no sólo se enmarca en las palabras con las que describe cómo debe hacerse el trabajo, también en la forma en la que se endurece su gesto para no ceder ni un milímetro a la duda. En este arte de indagar y comparar recomienda una herramienta: Google Fusion. Creada para manejar grandes bases datos y contrastar información.


Termina por compartir su punto de vista sobre la auto regulación en los medios a través la figura del Ombudsman, el defensor del radioescucha defiende su labor justo el mismo día en el que su sucesor fue despedido para cerrar el capítulo de la defensoria de audiencias en la radio comercial en México, el mismo que que él comenzó